martes, 27 de mayo de 2014

Es verdad...no lo he superado

"Mi nombre es Ma. Eliana, tengo 39 años y soy una Brasil-adicta". Así es, en el 2008 viví en Río de Janeiro, y aún no asumo la idea que ya volví. Una ridiculez, pero no lo puedo evitar...escucho MPB (Música Popular Brasilera); cada vez que alguien viaja, encargo libros en portugués; la decoración de mi casa tiene una leve inclinación carioca y bahiana; posteo cosas de Brasil en mi facebook y cada vez que me reúno con amigos, en algún momento -de forma inevitable- surge el tema y comienzo mis frases con el típico: "en Brasil".

En fin, soy adicta al país y no lo he superado...es más, no quiero superarlo. Amo mis recuerdos de allá, las playas, la música, la comida, los amigos, la historia, la gente y los maravillosos lugares!! 

Y fue en uno de los varios viajes que hicimos dentro de Brasil durante ese inolvidable año que conocí una de mis cafeterías (confeitarias) favoritas (tema aparte es la maravillosa "Confeitaria Colombo" un imperdible de Río, del que más adelante les contaré).

Volviendo al tema...Willemsen es una tradicional cafetería en Petrópolis, una ciudad ubicada en la sierra de Río de Janeiro. El clima es diferente a Río, y en invierno es posible encontrar algunos días fríos y lluviosos, tan típicos de Chile. Y qué mejor que, luego de visitar el famoso Museo Imperial -antigua residencia de la familia imperial brasileña-; conocer la preciosa catedral San Pedro de Alcántara -edificio de estilo neogótico, donde yacen los restos de Pedro II y la emperatriz Teresa Cristina-, y y dar una vuelta por el palacio de Cristal, caer de lleno en este paraíso del chocolate caliente.


 


En ese tiempo aún no entraba en la locura de sacar fotos a lo que comía y tomaba; por lo que luego de buscar y rebuscar entre mis cientos de carpetas de fotos 2008, sólo logré dar con esta, tomada en las afueras de la recordada Confeitaria.


Describir ese chocolate caliente no es tarea fácil; preparado de esa forma, sólo lo he tomado en Brasil. Un chocolate espeso, aromático, de esos que te recuerdan la Navidad (con canela y clavo de olor), dulce en su punto perfecto...que delicia!!! Y las tortas y "doces"...mmmm...dentro de éstos últimos mi adorado "brigadeiro", un dulce típico brasilero a base de leche condensada y cacao que merece la pena probar (si alguna vez lo ven por acá en Santiago, me avisan!). 

Se que esta cafetería no entra en el recorrido tradicional santiaguino; pero es imposible dejar de lado estos lugares; especialmente ahora que nos preparamos para el Mundial y hay tanto chileno viajando al país de la samba y el bossa nova.





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